Muy buenas a tod@s!

En el día de hoy vamos a tratar un asunto algo especial, en relación con el cual se emiten noticias prácticamente a diario en nuestro país. Nos referimos a los conocidos asuntos sobre violencia de genero.

Como es habitual en nuestros artículos, vamos a ofreceros una definición del concepto en cuestión.

Se entiende por violencia de género todo acto de violencia física y psicológica, incluidas las agresiones a la libertad sexual, las amenazas, las coacciones o la privación arbitraria de libertad, según lo dispuesto en la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género.

Ahora bien, teniendo claro lo que significa, todas las personas debemos tomar conciencia sobre ello y luchar por eliminar cualquier variable que tan siquiera haga posible su existencia. Esta protección que ampara a las mujeres parece altamente necesaria en vista de la multitud de casos que se producen cada día. Sin embargo, no debemos confundir lo que es el acto violento o agresión propiamente dicho – basados en una situación de desigualdad en el marco de un sistema de relaciones de dominación de los hombres sobre las mujeres que tenga o pueda tener como consecuencia un daño físico, sexual o psicológico, y que se castiga con nuestro código penal-, con cualquier discusión por insignificante que sea producida en el marco de la simple convivencia entre dos personas que, en igualdad condiciones, discrepan en sus opiniones sobre una misma cuestión.

Decimos esto porque, aunque por supuesto animamos a todas aquellas mujeres que se sientan identificadas con esto a que tomen medidas y soliciten ayuda para solventar el problema, también queremos concienciar a la gente a que no puede utilizarse como un medio para obtener un fin, con el objetivo de intentar sacar un «provecho» judicial a futuro y que muchas veces es hasta perjudicial para la estrategia procesal del cliente.

Como todos habréis escuchado, esta protección en alguna ocasión se puede convertir en un arma para conseguir ciertos objetivos, especialmente cuando se quiere iniciar un procedimiento de separación o divorcio y la pareja se opone y, lo que es peor, cuando hay hijos menores de por medio.

Ejemplo de ello es el caso que hemos tenido y que recientemente hemos ganado, consistente en un padre que se encontraba en una fase de negociación con su actual expareja para determinar el régimen de custodia y visitas para con su hija menor, porque ambos habían tomado la decisión de poner fin a su relación sentimental.

En este supuesto, la madre, en vista de que el padre no aceptaba la propuesta que ella le había planteado, decidió denunciarle por amenazas y agresiones pese a no tener prueba alguna que así lo acreditase, provocando que nuestro cliente se viera detenido esa noche para pasarla en el calabozo y pasar a disposición judicial al día siguiente, y con ello asegurarse que mantendría la guarda y custodia de la menor, así como podría establecer un régimen de visitas menos flexible para él, al menos hasta que finalizara el procedimiento en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer. Afortunadamente, y a pesar de toda la dilación que se ha producido en el procedimiento, obstaculizando con ello al padre que pudiera ver a la menor con la asiduidad adecuada, finalmente ha sido absuelto por Su Señoría, y ahora tendrá la posibilidad de solicitar que se le atribuya a él también la guarda y custodia de la menor en el procedimiento judicial correspondiente. Debemos recordar que afortunadamente nuestros jueces son profesionales del Derecho altamente cualificados y que saben perfectamente diferenciar cuándo nos encontramos ante una posible denuncia falsa como argucia judicial y cuando nos encontramos ante la execrable actitud de violencia sobre una mujer, en donde el sistema debe operar con toda su fuerza para proteger la integridad de aquellas mujeres que se encuentren en una verdadera situación de violencia.

Esperamos que este artículo haga recapacitar a algunas personas y evite que se presenten denuncias falsas, ya que ello solo perjudica aquellas mujeres que de verdad lo sufren y que indudablemente tienen todo nuestro apoyo y defensa.

Para más información, podéis contactar con nosotros en el teléfono 910133469 o vía email en info@guijarropique.com.

MUCHAS GRACIAS!